El miedo en los sueños y en la vida
El miedo en los sueños…
Sin duda alguna, el miedo es la emoción predominante de aquellos sueños que nos dejan su huella a fuego y que, debidos a su intensidad, se retienen en nuestra memoria con facilidad.
De aquellos sueños que somos espectadores o protagonistas de una experiencia desgarradora…
De esas escenas en las cuales nos sentimos impotentes, y no tenemos control alguno sobre lo que está sucediendo…
De esos momentos en los cuales no disponemos de recursos y no nos valemos por nosotros mismos…
De esas situaciones en la que no podemos actuar y nos encontramos paralizados…
De esos sueños llamados desagradables o pesadillas…
Pero primero, hablemos del miedo…
El miedo
El miedo es inherente al ser humano, y ha sido, y es, esencial para garantizar nuestra supervivencia.
Es una de las emociones universales, la cual muchos califican como negativa.
Realmente, no hay emociones positivas o negativas. Sólo se vuelven en nuestra contra si actuan de forma disfuncional.
El miedo es el que se encarga de ponernos a salvo cuando nuestra integridad se ve amenazada, y el que hace todo lo posible para proporcionarnos seguridad.
En situaciones límite (frente a un animal salvaje, asesino, abismo…), es el encargado de empoderarnos o retirarnos para librarnos de ese mal externo.
En nuestro día a día, ya no existen tantos elementos amenazadores como los que se encontraban nuestros antepasados cuando tenían que ir a cazar o a recolectar.
Si esto es así, y si no hay amenazas reales en mi vida, ¿por qué las experimento como algo real?
La baja autoestima
Las personas que experimentan el miedo de forma disfuncional, pueden poseer una pobre autoestima.
Y con el miedo…
- Pueden creer que no disponen de recursos propios para afrontar los retos que le propone la vida.
- Tienen un sentimiento de ser defectuosos y que “el vecino o la vecina” tiene algo que yo no tengo.
- Aparece la envidia, y proyectan su sombra personal sobre otras personas que ya están haciendo lo que él o ella querría realmente hacer.
- Suelen estar más centrados en la parte negativa de la vida. Ven lo que falta y no lo que tienen.
- Inician proyectos pero rara vez los finalizan, ya que se desmotivan con relativa facilidad.
- Le dan mayor importancia a la opinión de los demás que a la suya propia.
- No tienen confianza en sí mismos.
- Son propensos a experimentar la melancolía.
- Les cuesta mucho poner límites a las personas, y en ocasiones, se dejan avasallar por los demás.
- Tienen miedo a exponerse y a relacionarse con su propia vulnerabilidad.
- Se encierran en su “cueva (o vida) de seguridad” para mantenerse a salvo.
- Suelen ser bastante críticos con otras personas ya que lo son con ellos mismos.
- No se gustan a sí mismos.
- Les cuesta saber lo que quieren para sus vidas, y la toma de decisiones que esto conlleva.
- Se refugian en la narcotización del tiempo para no conectar con sus emociones.
- Su confianza se basa en el nivel de aceptación de los demás.
- Tienen mucha resistencia a adentrarse en algo nuevo o desconocido.
- Pueden tener cierta facilidad a seguir a gurús, y a otro tipo de personas que les digan como tiene que vivir la vida.
- Quizá, haya pasado por alguna experiencia traumática en el pasado, y no pueda evitar proyectarla continuamente en su mente.
- Esperan poseer todos los conocimientos para sentirse preparados para pasar a la acción.
- Idealizan y se enamoran de la imagen idealizada y proyectada que tienen de esa persona, y no de la persona real con sus virtudes y sus defectos.
- Huyen de cualquier situación que puedan sentirse rechazados.
- Les horroriza exponer su autenticidad, quien realmente son, por miedo a no ser aceptados.
Tan solo he anotado algunos indicadores pero realmente hay más…
Antes de explicar que relación tiene con los sueños, me gustaría abordar el concepto que tenemos de nosotros mismos.
¿Qué pienso de mí?
¿Alguna vez me he parado a pensar que pienso de mí?
¿He proyectado en un papel lo que opino de mí? ¿Y lo que creo que piensan los demás?
¿Qué valores me impulsan a hacer lo que hago en mi vida?
¿Realmente soy como pienso que soy?
En el momento que iniciamos un viaje hacia el autoconocimiento, se abre un camino hacia lo desconocido, y por qué no decirlo, hacia la verdad.
Seguramente durante esa travesía, debamos ponernos en contacto, llegado el momento, con el miedo…
Miedo a…
- Encontrar en esa oscuridad partes de nosotros mismos que nos pueden desagradar.
- Encontrar experiencias que nos limitan, y nos han limitado a lo largo de nuestra vida, pero que hemos ido tapando para no sufrir.
- Descubrir algo que rechazamos totalmente, que siempre la hemos visto en los demás, pero no en nosotros mismos.
- Desmontar la película que nos hemos contado sobre nuestra vida, y la interpretación que le hemos dado.
- Darse cuenta que realmente he llevado una vida que no tiene nada que ver con quien realmente soy.
- A sentir las emociones que estan cristalizadas y que tememos experimentar, ya que nos pueden hacer vulnerables.
- A tomar consciencia de la armadura que creamos cuando crecimos, que tuvo su función en su momento y que nos ha protegido hasta el día de hoy, pero que ya se nos ha quedado pequeña.
- A afrontar nuestros miedos porque ¿qué pasaría si lo hiciera?.
- A verificar que un profundo miedo, nos está impidiendo ser coherente con nosotros mismos.
- A darse cuenta que posiblemente no soy quien creo ser…
Pero si no pasamos por esa travesía, difícilmente podremos dar paso hacia la autenticidad de nuestro ser y ser honestos con nosotros mismos y con los demás.
Por supuesto, esto no es un camino rápido ni fácil.
Por mucho que hayan libros de autoayuda y terapeutas mediáticos cuyo discurso es: “pon fin a tu sufrimiento en 5 minutos”, mi experiencia me dice que un trabajo personal, profundo y auténtico, requiere su tiempo.
Y ese tiempo, dependerá de la persona y del proceso que necesite.
Dicho esto, doy paso a la relación con los sueños.
Los sueños como reflejo
Algo muy importante, que queda proyectado en nuestros sueños, son las creencias que yo tenga de mí y de la vida.
Como me sitúo en el mundo, quién creo ser, mi relación con los demás, la relación que tengo con mis figuras paternas, las creencias espirituales, qué es la vida para mí, por que experiencias he pasado…
Todo ello habita mientras estamos despiertos y también cuando soñamos.
Dependiendo de la visión que yo tenga sobre mí y sobre mi vida, esta reaccionará directamente con mis sueños.
- ¿Tengo una baja autoestima?
- ¿El miedo forma parte de mi día a día?
- ¿Creo que estoy sufriendo de un abuso de poder en algún aspecto de mi vida?
- ¿Me adelanto a acontecimientos antes de que ocurran? ¿Puede que esté exagerando las consecuencias?
- ¿Hay algo de mí de lo que no soy consciente?
Cuando en nuestros sueños empiezan a aparecer pesadillas y sueños desagradables, podemos empezar a sospechar que hay algo a lo que debemos prestar atención:
- Puede que aparezcan personajes en el sueño más poderosos que nosotros, en los que podemos ser víctimas de ellos, o quizá seamos espectadores de algún tipo de abuso…
- Que un desastre natural se nos lleve por delante sin que podamos hacer nada..
- Pueden aparecer criaturas dantescas que nos horrorizan y nos persiguen…
- Aparecemos frente a un examen o una relación en la cual y en el sueño, tenemos dificultades y fracasamos.
- Puede que aparezcamos en un lugar oscuro, sombrío, en el cual habitan fantasmas…
Cuando el miedo se ha apoderado de nosotros y éste nos limita, el sueño puede mostrar nuestro estado interno a través de experiencias desagradables y pesadillas.
Esto se podría traducir, dependiendo del soñador y del sueño, en:
- Miedo a sentir determinadas emociones que me puedan desbordar.
- Miedo a reconocerme o a asumir alguna parte de mi personalidad que rechazo.
- Miedo a seguir el camino que quiero, porque existe la posibilidad de fracaso, y romper con quien he sido hasta ahora.
- Miedo a afrontar alguna experiencia de mi pasado que aún sigue viva y no está resuelta.
Miedo al cambio…
Quizá los dragones que amenazan nuestra vida
no sean sino princesas anhelantes
que sólo aguardan
un indicio de nuestra apostura y valentía.
Quizás en lo más hondo
lo que más terrible nos parece
sólo ansía nuestro amor
Rainer María Rilke.
Atravesando la frontera
Si de algo estoy seguro, y lo he comprobado empíricamente, es que los sueños se transforman en el momento que uno empieza un proceso de autoconocimiento, o como a mí me gusta llamarlo, un proceso de re-conocimiento.
Y en el momento que uno inicia esta aventura hacia el re-conocimiento, su vida empieza a cambiar también.
El miedo, si lo entendemos como provocación, nos señala el camino potencialmente hablando de quienes somos en realidad.
¿Y si dieras pequeños pasos para explorar aquello que te da miedo?
No estoy hablando de dar el paso definitivo y hacer algo que nos pueda paralizar.
Hablo de dar pasos pequeños hacia aquel león que nos da miedo. ¿Y si nos acercamos y sólo es un gato?
¿Cuantas de las cosas que me he imaginado que podían suceder, acaban sucediendo realmente?
¿Y si me propongo hacer algo nuevo cada semana? Algo que no haga normalmente y que para mí sea un reto.
En mi opinión, el verdadero re-conocimiento se realiza a través de un camino en el cual, debemos ponernos en contacto con aquellas partes que quizá hemos negado o rechazado de nosotros mismos, y que piden ponerse en contacto para expresarse y poder integrarse.
¿Qué ocurre cuando empiezo a reconocer quien soy?
- Empiezo a encontrar y valorar los recursos propios que tengo para afrontar la vida.
- Reconozco y acepto quien soy con mis virtudes y defectos, y dejo de compararme con los otros.
- Empiezo a entenderme, y dejo de proyectar mi sombra personal sobre los otros.
- A tener una visión más realista de la vida. No me enfoco sólo en lo positivo o en lo negativo. Valoro la amplitud de enfoques.
- Inicio y acabo lo que empiezo. Me comprometo conmigo y con lo que hago.
- Creo en mi opinión, y estoy abierto a la opinión de otros, sin que esto afecte directamente en mi decisión.
- Empiezo a confiar en mi mismo.
- No evito el miedo. Lo dejo sentir.
- Me doy el permiso de sentir alegría y otro tipo de emociones.
- Pongo límites cuando es pertinente.
- Me relaciono con mi vulnerabilidad y eso no me hace más débil. Me empodera.
- Me empiezo a relacionar con otras personas y empiezo a hacer cosas que me hacen sentir bien.
- Relajo mi mirada crítica, y acepto que puede haber más visiones de un tema en concreto.
- Comienza a gustarme quien soy.
- A saber lo que quiero y participo activamente en mi vida.
- Aprovecho mejor el tiempo hacia la dirección que quiero tomar y dejo de narcotizarlo.
- Mi confianza se basa en mí mismo.
- Empiezo a explorar aquello que me da miedo. No hace falta dar grandes pasos, puedo dar pequeños pasos y sentirme más confiado.
- Dejo de vivir la vida de otros.
- Me dispongo a iniciar mi proyecto.
- Comienzo a observar y a relacionarme con las personas por cómo son realmente, y no, por la imagen idealizada y distorsionada de mi ser.
- Aprovecho situaciones para afrontar miedos.
- Me doy el permiso con los demás de ser quien siento que soy, siendo más auténtico conmigo mismo.
- Empiezo a experimentar la libertad.
¿Quién serías sin tus miedos?
Antes de acabar este artículo, me gustaría compartir un poema que en su momento me marcó y con el que me sentí muy emocionado e identificado.
Muchas veces he estudiado
el mármol que me han esculpido:
un barco anclado en el puerto y con las velas recogidas.
No expresa mi destino de verdad,
sino mi vida.
Pues el amor se me ofreció, y me acobardaron sus desengaños;
los pesares llamaron a mi puerta, pero tuve miedo;
la ambición me reclamó, y me asustaron los riesgos.
Continuamente anhelaba, sin embargo, darle un sentido a mi vida.Y ahora sé que debemos desplegar las velas
y coger los vientos del destino
a donde quiera que lleven el barco.
Puede acabar en locura el darle un sentido a la vida,
pero la vida sin sentido es la tortura
de la inquietud y del vago deseo…
Es un barco que suspira por el mar y le tiene siempre miedo.GEORGE GRAY. Antología de Spoon River.
Edgar Lee Masters
Si te has sentido identificado o identificada con este artículo y quieres iniciar un proceso de re-conocimiento, puedes ponerte en contacto conmigo.
Muchas gracias y hasta el próximo articulo!
Deja un comentario